Según el estudio, el escenario sostenido de bajos tipos de interés está teniendo, desde hace ya unos años, un fuerte impacto en la rentabilidad de las inversiones en el sector asegurador y, junto con las nuevas exigencias regulatorias, está presionando los márgenes de las compañías de seguros. Pero a esta amenaza, en principio, de carácter coyuntural se han unido ahora otras de mayor calado y que tiene que ver con cómo la digitalización y los avances tecnológicos –el big data, el coche autónomo, el Internet de las Cosas o la inteligencia artificial, entre otras- están empezando a dibujar una industria del seguro completamente nueva que puede poner en entredicho los modelos de negocio tradicionales.
Muestra de esta preocupación es la aparición en el ranking de los 20 principales riesgos para el sector en España de factores como la tecnología (aparece directamente en la posición #5), la competencia (#7) y la reducción de costes (#11), que ni siquiera figuraban en nuestro informe de hace dos años.
En relación con la tecnología, el estudio concluye que las plataformas sobre las que han venido funcionando tradicionalmente las compañías de seguros –fruto, en su día, de grandes inversiones- se pueden estar quedando obsoletas y están actuando como obstáculo a la hora de sacar partido de la digitalización. Los directivos de las aseguradoras se muestran también preocupados por la entrada de nuevos competidores, procedentes del ámbito de las InsurTech, mucho más ágiles, con menores costes y que se valen de las nuevas plataformas digitales. En este contexto de mayor competencia y menor rentabilidad de los productos y de las inversiones, la necesidad de acometer procesos de reducción de costes ha vuelto a las agendas de los directivos del sector.