El pasado 11 de enero entró en vigor el Reglamento Europeo sobre normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización (en adelante, “Reglamento de Datos”, o “Data Act”), después de que se publicara el texto en el Diario Oficial de la Unión Europea el 22 de diciembre de 2023. El mismo es aplicable a los datos personales y no personales relativos al rendimiento, uso y entorno de los productos conectados y servicios relacionados, incluidos también los asistentes virtuales en la medida en que interactúen con un producto conectado o servicios relacionados.
En cuanto a la aplicación subjetiva de la norma, será de aplicación a los fabricantes de productos conectados introducidos en el mercado de la Unión, y los proveedores de servicios relacionados, independientemente del lugar de establecimiento de dichos fabricantes y proveedores.
Este Reglamento sienta las bases para la creación de una nueva economía basada en los datos robusta y justa, que favorezca un incremento de la competitividad e innovación a través de la interoperabilidad de los datos, situando los intereses de la persona en primer lugar en consonancia con los valores y principios fundacionales de la Unión.
Así, el objetivo de esta norma es eliminar los obstáculos al intercambio de datos (personales y no personales) generados por productos conectados o servicios relacionados (i.e. IoT), para que estos puedan utilizarse y reutilizarse para diversos fines en beneficio de la sociedad, al tiempo que preserva los incentivos para invertir en la generación de estos datos.
En este artículo analizamos el contexto de esta norma, su impacto y ofrecemos una visión práctica sobre su aplicación.
En la economía digital actual han surgido un pequeño número de empresas muy grandes con un poder económico considerable gracias a la acumulación y agregación de grandes volúmenes de datos y a la infraestructura tecnológica necesaria para su monetización. Para poder ofrecer una equidad en la distribución del valor de estos datos entre los distintos agentes del mercado, la Unión Europea adoptó un paquete de medidas legislativas, algunas de las cuales estaban dirigidas a garantizar un carácter abierto de los servicios digitales que reduzca las conductas desleales (como la Digital Markets Act, en vigor desde el 1 de noviembre de 2022, o la Digital Services Act, desde el 16 de noviembre del mismo año) y otras, como la Data Act, a ofrecer los mecanismos para devolver el control de los datos a los usuarios y facilitar la interoperabilidad de estos entre los distintos agentes del mercado.
En este contexto, el objetivo principal del Reglamento de Datos es facilitar el intercambio y la reutilización de datos entre los diferentes actores del mercado único digital, garantizando al mismo tiempo el respeto a los derechos fundamentales, la protección de los datos personales, la seguridad de los datos y la competencia leal.
Para ello, la norma se centra en las siguientes medidas:
El Reglamento de Datos permite una mayor compartición de datos con el objetivo de tratar de beneficiar a empresas, ciudadanos y administraciones públicas, a través de garantías para su intercambio e interoperabilidad.
Algunos ejemplos de los efectos que desplegará esta norma son:
En definitiva, al disponer de más información, los consumidores y usuarios podrán tomar mejores decisiones, tales como adquirir productos y servicios de mejor calidad o más sostenibles, o las empresas podrán mejorar la asignación de recursos o ahorrar horas de trabajo si son capaces de contar con datos que mejoren los reportes y analíticas generados en el día a día.
Entre los principales retos legales a los que se enfrentan las compañías para adecuar su actividad al Data Act se pueden mencionar los siguientes:
¿Cómo va a convivir esta norma con toda la legislación europea actual en materia de gobernanza de los datos y/o información ¿Qué sectores son los más afectados por esta nueva normativa? ¿Qué medidas han de tomar las compañías afectadas para adecuar su actividad a las obligaciones que trae consigo la norma? ¿Cómo identificar si una entidad se ve impactada por esta regulación y en qué medida?
Si quieres conocer las respuestas a estas y otras preguntas, no dudes en contactar con nosotros.
Artículo elaborado por Fernando Herrero Maortua, senior manager de Regulación Digital de PwC Tax & Legal, y Ricardo Oliván Raya, senior associate de Regulación Digital de PwC Tax & Legal