En el artículo anterior, analizamos la experiencia española en el mercado bancario y la significativa consolidación que ha sufrido este en los últimos años. En esta entrega consideraremos los factores que pueden llevar a una mayor consolidación de las instituciones financieras, tanto a nivel de doméstico como transfronterizo.
La creación de una Unión Bancaria Europea efectiva supondría un importante impulso para facilitar las transacciones cross-border. Crearía un campo de juego nivelado y facilitaría la actividad transfronteriza en la banca minorista. En septiembre de 2017, Danièle Nouy, presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, repasó el progreso alcanzado desde la creación de la Unión Bancaria.
Su conclusión fue que se han logrado avances reales en dos de los tres pilares: el Mecanismo Único de Supervisión y el Mecanismo Único de Resolución. Pero la implementación de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos sigue pendiente. En palabras de la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, "la unión bancaria está yendo en la dirección correcta. Pero se necesita hacer más para que pueda cumplir sus promesas".
Los bancos son "más seguros y sanos de lo que eran antes de la crisis", comentó Nouy. Para hacer esta afirmación, se basa en que las entidades tienen hoy mayores reservas de capital, y por tanto, ofrecen una mayor resistencia. Esto elimina uno de los factores clave que ha impulsado la reciente consolidación: la supervivencia. Pero también da lugar a más razones para buscar eficiencias, en parte a través de las economías de escala que ofrece la consolidación.