Los expertos y empresarios piden a la UE más integración económica y política, y no prevén que la guerra arancelaria impacte de lleno en el crecimiento

  • Nota de prensa
  • 06/07/25
  • El 73% apuestan por impulsar una unión fiscal y avanzar hacia una verdadera unión política.
  • El 55% de los expertos considera que España debería ser más influyente en la UE, aunque reconocen que aún no cuenta con la capacidad suficiente para ello.
  • Los expertos, empresarios y directivos consultados por PwC sitúan el crecimiento de la economía en el 2,3% en 2025 y en el 1,8% en 2026.

Madrid, 6 de julio de 2025. España debe desempeñar un papel más activo en la construcción de una Europa más integrada, tanto en el plano económico como en el político .Esta es una de las principales ideas que se desprenden del Consenso Económico y Empresarial de PwC, correspondiente al segundo trimestre de 2025, que elabora la firma desde 1999, a partir de la opinión de un panel de más de 450 expertos, empresarios y directivos. El informe está dedicado, en esta edición de verano, a analizar los Cuarenta años de España en la UE: beneficios sacrificios y retos de futuro.

El 73% de los encuestados considera que España debe impulsar una unión fiscal, apoyar la emisión de deuda conjunta permanente y promover la eliminación de los vetos en política exterior, lo que implicaría avanzar hacia una verdadera unión política. Solo un 5% se muestra contrario a estos avances por considerar que suponen una cesión inaceptable de soberanía.

La práctica totalidad de los panelistas, un 98%, considera que la integración de España en la Unión Europea ha sido positiva. Esta percepción se sustenta en los profundos cambios que ha experimentado el país desde su adhesión en 1986, pasando de ser una economía cerrada y rezagada a convertirse en uno de los destinos más atractivos para la inversión en Europa. Los expertos destacan que el acceso al mercado único ha sido el principal motor de esta transformación (51%), seguido por la fortaleza institucional (23%), que ha aportado estabilidad y disciplina económica, y por la llegada de fondos comunitarios (22%) que han modernizado infraestructuras y tejido productivo.

¿Cuáles cree que han sido los aspectos en los que la UE ha supuesto una mayor ayuda a España en las últimas cuatro décadas? Puede elegir hasta 3 opciones.

La cesión de soberanía a Bruselas, lejos de ser vista como una pérdida, es valorada como una de las claves del éxito económico español. El 64% de los participantes está de acuerdo en que esta cesión ha sido necesaria y beneficiosa, y un 81% la considera positiva. En contraste, la principal crítica hacia la UE se centra en la burocracia, que para el 55% ha supuesto una mayor carga fiscal para los ciudadanos, aunque los datos muestran que la administración europea es una de las más eficientes del mundo en relación con su población.

Los aspectos que más se han beneficiado de la integración europea, según más del 60% de los encuestados, han sido la capacidad exportadora, la modernización del tejido productivo y la integración de la industria española en las cadenas de suministro europeas. También se destaca el impacto positivo de la Política Agraria Común (72%), que ha contribuido al desarrollo del sector agrícola.

En cuanto al papel que debe desempeñar España en el futuro de la Unión, el 55% de los expertos considera que debería ser más influyente, aunque reconocen que aún no cuenta con la capacidad suficiente para ello. Un 38% cree que España debería ser reconocida como un país líder dentro del bloque comunitario, una posición que no tiene todavía. En este contexto, el 95% opina que nuestro país debe aprovechar su posición para liderar las relaciones entre Europa y Latinoamérica.

Los principales retos que España debe afrontar en este nuevo escenario europeo son, según los participantes, el aumento de la productividad, la reducción del endeudamiento público, la sostenibilidad del sistema de pensiones, el envejecimiento de la población y la mejora del acceso a la vivienda. En cuanto a los sectores estratégicos para el futuro, se señala la industria, la inteligencia artificial, el turismo, la agricultura y, en menor medida, la defensa, como áreas prioritarias de desarrollo.

La guerra arancelaria no impactará de lleno en el crecimiento

En el plano económico, el Consenso Económico y Empresarial de PwC refleja una visión moderadamente optimista. Aunque los expertos reconocen que la incertidumbre sigue siendo elevada, especialmente por la guerra arancelaria entre Europa y Estados Unidos y por el contexto geopolítico global, estos factores, de momento, tendrán un efecto limitado en la economía española.

Un 70% de los encuestados prevé que el Producto Interior Bruto crecerá entre un 2,2% y un 2,6% en 2025, una mejora respecto a las previsiones de finales de 2024. Para 2026, el sentimiento mayoritario apunta a un crecimiento de entre el 1,7% y el 2%, cifras que, aunque más moderadas, siguen siendo relevantes en un contexto europeo de menor dinamismo. La media de las opiniones de los expertos, empresarios y directivos sitúan el crecimiento de la economía en el 2,3% en 2025 y en el 1,8% en 2026.

El 75% de los participantes considera que la situación económica actual es buena, aunque un 59% cree que en el segundo trimestre de 2026 estaremos peor. Esta percepción de desaceleración se explica por el fuerte crecimiento registrado en 2024, cuando el PIB aumentó un 3,2%, muy por encima de la media europea. La clave a largo plazo, según los expertos, es determinar si estamos ante un cambio de tendencia o simplemente ante una coyuntura marcada por factores externos.

Falta de mano de obra cualificada

En el mercado laboral, la falta de mano de obra cualificada sigue siendo un problema estructural, agravado por una elevada tasa de paro, que en abril se situó en el 10,9%, la más alta de la Unión Europea. A pesar de este panorama, el 47% de los encuestados cree que la demanda de empleo se mantendrá estable en los próximos seis meses, frente a un 37% que anticipa una disminución.

En cuanto al consumo, el 97% de los participantes considera que la situación de las familias es buena o regular, y solo un 15% cree que empeorará en el próximo trimestre. En consecuencia, el 66% espera que la demanda de bienes de consumo se mantenga estable, mientras que un 44% anticipa un aumento en la demanda de vivienda.

Las exportaciones, sin embargo, presentan un panorama algo más sombrío. Por primera vez en las tres últimas ediciones del Consenso, la mayoría de los encuestados, un 49%, considera que el trimestre es desfavorable para el comercio exterior, y un 64% cree que la situación se mantendrá igual hasta septiembre. La incertidumbre sobre los aranceles con Estados Unidos pesa sobre las expectativas del sector exportador.

En el ámbito monetario, los expertos, empresarios y directivos prevén una moderación de los tipos de interés. El 66% cree que el Banco Central Europeo situará los tipos entre el 1,75% y el 2% en diciembre de 2025, y el 59% mantiene esa previsión para junio de 2026.

La inflación, por su parte, se espera que se mantenga contenida: el 58% anticipa que se situará entre el 1,5% y el 2%, y un 38% la sitúa entre el 2% y el 2,5%. En cuanto a la evolución de los precios, el 72% de los empresarios y directivos prevé estabilidad, mientras que un 24% anticipa subidas, principalmente por el aumento de los costes salariales y otros costes operativos.

Consenso Económico y Empresarial

Segundo trimestre de 2025

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Fernando Natera

Responsable de Comunicación Externa, PwC España

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