La AI está detrás de muchas de las innovaciones de nuestro tiempo y, en combinación con el Internet de las Cosas, será el catalizador de una gran revolución de la economía solo comparable a lo que significó el ordenador personal en los años ochenta. Así lo sostiene el estudio Leveraging the upcoming disruptions from AI and IoT de PwC, que anima a las empresas a moverse rápidamente para identificar las estrategias que les permitan capitalizar las formidables ventajas de las máquinas inteligentes, so pena de andar a la zaga de la revolución tecnológica en los próximos años.
Esto no es nuevo. La inteligencia artificial lleva ya tiempo entre nosotros. Pero su impacto en los próximos años se va a multiplicar, gracias en parte a su intersección con el Internet de las Cosas (la interconexión inteligente de objetos cotidianos), y será determinante en dos áreas muy concretas:
La profundidad y la rapidez del cambio en nuestras vidas (en los negocios y en los empleos) es difícil de imaginar hoy. Pero lo que es seguro es que la revolución de la inteligencia artificial ya está aquí.