Hemos vuelto a medir el nivel de integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas en el ‘reporting’ y las estrategias de las grandes compañías. De hecho, en esta edición hemos llevado a cabo el estudio más extenso, con hasta 1.000 compañías analizadas. Además, desde España, hemos estudiado el reporting reciente de las empresas del IBEX 35 y lo hemos comparado con los resultados globales.
El informe, tanto a nivel mundial, como en España, sugiere que, aunque hay una conciencia general acerca de la importancia de estos objetivos, hay margen para impulsar acciones concretas que nos acerquen al cumplimiento de estos objetivos para 2030.
El documento refleja que, en los últimos años, se ha incrementado el grado de conocimiento de los ODS por parte de las compañías españolas. Sin embargo, el informe también incide en la falta de objetivos concretos y cuantificables en el reporting de estas organizaciones. Y en este sentido, España, como otros países, tiene un largo recorrido por delante para conseguir resultados tanto a nivel cualitativo y cuantitativo.
Entre los objetivos existentes, los más prioritarios para las compañías españolas son el de Acción por el clima -ODS 13-, y el de Trabajo decente y desarrollo económico -ODS 8-, citados por hasta un 92% de las compañías del IBEX. Justo por detrás se encuentran el de Igualdad de género -ODS 5-; el de Alianzas para lograr objetivos -ODS 17-; y el de Educación de Calidad -ODS 4-.
Para las organizaciones, adoptar y alinearse con los ODS es crucial. Hacerlo sirve para identificar y atajar riesgos e impulsar la innovación; para reforzar la confianza de distintos grupos de interés -incluyendo, entre estos a los inversores, los reguladores, los clientes, los consumidores o los empleados y potenciales empleados-; para ayudar a las compañías a tener una perspectiva integral de todas las acciones de Sostenibilidad que llevan a cabo; para que estas puedan evaluar los progresos que realizan a través de un marco de trabajo compartido, o para ‘testar’ su estrategia corporativa desde parámetros no-financieros.
“Si la Agenda 2030 marca que los 17 Objetivos y 169 metas son los temas críticos para países y organizaciones, a las compañías no les queda más remedio que dar un paso atrás, resetearse y analizar cuáles son sus riesgos. Pero también sus oportunidades de negocio, pues tomar decisiones estratégicas en base a los ODS pueden generarles mayores ingresos y abrir nuevas líneas de trabajo, servicios y productos alineados con las necesidades futuras”.