La nueva regulación no está concluida
La nueva regulación no está, ni mucho menos, concluida
Todavía queda mucho camino por recorrer, tanto en regulaciones de primer orden como en otra de orden menor, y el potencial impacto en la gestión de las entidades es muy elevado.
Mejorar la gestión de la entidad
Hacer de la necesidad virtud y mejorar la gestión
Se trata de rentabilizar el tremendo esfuerzo que supone la nueva normativa y hacer más eficiente la gestión de la entidad. Para ello es fundamental replantearse la estructura organizativa de cada entidad y asumir el modelo de riesgo de Tres Líneas de Defensa –negocio, control del riesgo y cumplimiento y auditoría interna-, que se han convertido en un estándar en el sector.
Adaptarse en los equipo de inspección
Adaptarse a los cambios en los equipo de inspección
Las entidades de crédito deben hacer esfuerzos suplementarios para explicar a los integrantes de los nuevos equipos conjuntos de supervisión del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) la realidad de la cultura y de la forma de trabajar de cada banco. No hay que dar nada por sabido ni fiarse de su capacidad para conocer la entidad en profundidad.
Extremar la vigilancia sobre la conducta
Extremar la vigilancia sobre la conducta
La tendencia supervisora internacional apunta a un endurecimiento de los procedimientos contra las entidades por prácticas ilícitas. La preocupación de las autoridades supranacionales europeas en este sentido es creciente y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ya ha incluido entre sus prioridades la protección de los clientes minoristas.